Fuera de la biblioteca del colegio Santiago Apóstol hacía un día de perros y por la ventana veíamos caer aguanieve en gotas minúsculas que apenas se diferenciaban bajo un cielo de color monótono, pues no había una sola nube, sino un techo de color gris sucio.
El calor entró a las diez de la mañana con este divertido personaje
Se llama Pilocha, como el título de un cuento, y venía rodeada por el grupo de Eva de 3 años que viene cada miércoles por la mañana a la biblioteca a escuchar un cuento y a aprender sobre lo que estén trabajando en ese momento.
Pilocha ha nacido en la clase de tres años y es una muñeca muy peculiar: Me cuentan que Pilocha ha nacido para que ellos aprendan las partes del cuerpo humano ("El esquema corporal", me dice la más sabihonda y todos se rien.
Me relatan entre sonrisas que en cada clase de tres años ha nacido una muñeca: pero fue naciendo poco a poco, porque cada fin de semana Pilocha va a la casa de un niño y en cada casa le van añadiendo algo
Sentamos a Pilocha en una silla para que escuche el cuento de hoy (El topo que no sabía...).
Y Pilocha escucha con los ojos como platos...
No se puede quejar de cómo la miman sus compañeros...vive rodeada de cariño...se va a convertir en la mascota de la clase.
Cuando termina la sesión la profesora Eva la coge en brazos y se pone al frente de la fila...¡Hasta el miércoles que viene, Pilocha, nos fijaremos en qué te han añadido la familia con la que vas a pasar este fin de semana!
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